Uso en la Teoría de la Justicia Social
Fuente: Sensoy, Ozlem, and Robin DiAngelo. Is Everyone Really Equal?: An Introduction to Key Concepts in Social Justice Education, first edition. Teacher’s College Press: New York, 2012, p. 57.
Desde la perspectiva de la justicia social crítica, privilegio se define como una dominación otorgada de manera sistémica y los procesos institucionales mediante los cuales las creencias y valores del grupo dominante son “hechos normales” y universales. Si bien en algunos casos el grupo privilegiado es también la mayoría numérica, el criterio principal es el poder social e institucional.
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Fuente: McIntosh, Peggy. “White privilege and male privilege: A personal account of coming to see correspondences through work in women’s studies.” Working Paper 189. Center for Research on Women, Wellesley College, 1988.
“He llegado a ver el privilegio blanco como un paquete invisible de ventajas inmerecidas, con las que puedo contar para sacar beneficios todos los días, pero sobre el cual ‘debía’ permanecer inconsciente.”
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Fuente: https://educatenotindoctrinate.org/glossaries/race-equity-glossary-of-terms/
Privilegio blanco: Se refiere al grupo de beneficios indiscutidos e inmerecidos, y las ventajas, derechos y elecciones otorgadas a la gente sólo porque son blancos. Generalmente, la gente blanca que experimenta estos privilegios lo hace sin ser consciente de ello.
Comentario de Nuevos Discursos
En la Justicia Social Crítica, un privilegio es visto como un grupo de ventajas estructurales que son otorgadas a los “grupos dominantes” como resultado de ser dominantes, siendo así negados a “grupos oprimidos” por virtud de su estatus de opresión (estructural) (ver, además, poder sistémico). Un privilegio es considerado como inmerecido e incuestionado, y muchas veces se asume que los miembros de grupos dominantes generalmente no están al tanto de que lo poseen. Bajo la Teoría, la gente con privilegios no sólo los da por sentado, sino que también está motivada a mantenerlos y legitimarlos a través de la perpetuación de las estructuras y dinámicas de poder sistémico que supuestamente los mantienen en pie (ver, también, racismo, sexismo, capacitismo (discriminación en contra de personas con discapacidad), heteronormatividad, cisnormatividad, comodidad blanca, equilibrio blanco, inocencia blanca, y opresión epistémica). La gente no está consciente de estos privilegios, y se pone a la defensiva (ver, también, dominio internalizado, fragilidad blanca, discurso de color, respuesta epistémica que preserva privilegios, ignorancia blanca, ignorancia activa, ignorancia perniciosa, ignorancia deliberada, el contrato racial, solidaridad blanca, discurso blanco, y complicidad blanca).
Bajo una aproximación crítica, uno de los objetivos clave es hacer a la gente más consciente de las “realidades” Teorizadas sobre el poder sistémico y la opresión, que cabe dentro de un encabezado que se denomina como “incrementando la consciencia.” La idea de esto es desarrollar una “consciencia crítica” (ver también, wokeness), entendida como un reconocimiento de la forma en que las posiciones demográficas de identidad basadas en grupos los posicionan en relación con las dinámicas de poder sistémico de su sociedad. Esto puede entenderse en términos de poder reconocer tanto privilegios como opresión, y en lo que se refiere a privilegios, esto frecuentemente implica generar un reconocimiento creciente acerca de cómo uno posee ventajas inmerecidas que deben ser consideradas (ver, además, inocencia blanca, estrés racial, y anti-racismo, y también, individualismo, universalismo, naturaleza humana, y meritocracia). Esto es (parte de) el significado de la frase “chequea tus privilegios”, que es (en parte) dicha como un recordatorio para ser consciente y reconocerlos (es decir, hacerse cargo y operar desde una perspectiva crítica).
Funcionalmente, los privilegios operan en una forma no muy distinguible a los conceptos religiosos del Pecado Original y la Depravación. El Pecado Original es una mancha con la que uno nace y que no se puede escapar, y es la razón por la que cada individuo es fundamentalmente corrupto y necesita abrazar una vida espiritual para encontrar redención. El privilegio funciona de una forma similar, aunque el sistema espiritual en cuestión es aquel que involucra las dinámicas de poder sistémico entendidas a través de las teorías críticas, y lo esperado en cuando a vida/trabajo espiritual viene como resultado del desarrollo de una consciencia crítica (la cual es considerada como un “compromiso de por vida con un proceso en desarrollo”) y de aceptar el activismo relacionado (ver, además, anti-racismo).
Los paralelos al concepto religioso (calvinista) de Depravación están más cerca en cuanto al significado funcional de privilegio dentro de un “sistema de fe” de la consciencia crítica. Depravación es, en pocas palabras, el deseo de pecar. Es tener una naturaleza corrupta que desea pecar (como resultado de la influencia corruptiva del Pecado Original), y esta naturaleza fundamentalmente malograda se entiende a veces como existiendo fuera del propio conocimiento consciente. Con los privilegios, la Teoría insiste que la gente que disfruta de ellos quiere mantenerlos, perpetuarlos, normalizarlos, legitimarlos, etc., y que las personas exhiben una extraordinaria gama de mecanismos de defensa para prevenir tener que confrontar esto directamente (algo que se logra, específicamente, sólo desarrollando una consciencia crítica y realizando activismo).
Como se ve en el calvinismo, donde una vida espiritual es motivada por llevar a la gente a seguir el ejemplo de los Elegidos, que están destinados al Cielo, la vida espiritual dentro de quienes son “Woke” es motivada mediante el trabajo en nombre de los oprimidos en alianza y/o solidaridad y “haciendo el trabajo” del anti-racismo (a través de una “práctica” interseccional de relacionarse constante e intencionalmente de manera posicional). Como vemos en el trabajo de Sensoy y DiAngelo, “Siempre es la responsabilidad principal de los miembros del grupo dominante de usar sus posiciones para interrumpir la opresión” (p. 153). Se espera de uno que sea capaz de reconocer sus privilegios para usarlos de una manera crítica, y así irrumpir en la maldad sistémica de la sociedad.
Esto muestra una arista más simple del término “interseccionalidad”, que invita a “estar atentos y analizar las formas en que todos somos privilegiados y oprimidos”. Bajo esta arista, la interseccionalidad es una herramienta mediante la cual la mancha del privilegio, que luce como pecado, tiene que ser combatida por todos (pero, quizás, por la persona que la Teoría establece como la más oprimida). Para más, ver el primer ejemplo abajo.
Términos relacionados
Alianza/Aliado (“allyship”); Anti-racismo; Blanco; Capacitismo; Cisnormatividad; Comodidad blanca; Complicidad blanca; Contrato racial, el; Crítico; Consciencia Crítica; Discurso blanco; Discursos de color; Dominación; Dominación internalizada; Equilibrio blanco; Estrés racial; Estructural; Fragilidad blanca; Heternormatividad; Identidad; Ignorancia activa; Ignorancia blanca; Ignorancia deliberada; Ignorancia perniciosa; Incrementando la consciencia; Individualismo; Inocencia blanca; Interseccionalidad; Justicia Social; Legítimo; Meritocracia; Naturaleza humana; Normatividad; Opresión; Opresión epistémica; Poder sistémico; Posición; Poder (sistémico); Racismo (sistémico); Raza; Respuesta epistémica que preserva los privilegios; Sexismo (sistémico); Solidaridad; Solidaridad blanca; Sistema, el; Teoría; Teoría crítica; Universalismo; Woke/Wokeness.
Ejemplos Adicionales
Fuente: Sensoy, Ozlem, and Robin DiAngelo. Is Everyone Really Equal?: An Introduction to Key Concepts in Social Justice Education, first edition. Teacher’s College Press: New York, 2012, pp. 135–136.
Las dinámicas de interseccionalidad son profundamente significativas, y es imposible desarrollar un alfabetismo de justicia social sin una habilidad de enfrentar sus complejidades. Por ejemplo, además de las otras intersecciones de opresión, clasismo y racismo afectan a la comunidad gay; racismo y heterosexismo afectan a las personas con discapacidades; heterosexismo y sexismo afectan a la gente pobre o de la clase trabajadora; heterosexismo y clasismo afectan a la gente de color. En vez de rechazar la posibilidad de que podemos tener cualquier privilegio si experimentamos opresión en alguna parte de nuestras vidas, la aproximación más constructiva involucra trabajar para desenredar estas intersecciones para ver cómo podríamos estar permitiendo la opresión de alguien más.
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Fuente: Sensoy, Ozlem, and Robin DiAngelo. Is Everyone Really Equal?: An Introduction to Key Concepts in Social Justice Education, first edition. Teacher’s College Press: New York, 2012, p. 58.
La definición de privilegio que usamos en la educación sobre la justicia social crítica puede ser diferente de cómo nuestros lectores utilizan la palabra. … El uso común de “privilegio” significa tener suerte, tener una oportunidad afortunada y beneficiarse de esta oportunidad y fortuna. Estas definiciones sugieren que el privilegio es un resultado positivo de la casualidad. Sin embargo, cuando los académicos usan el término para describir cómo funciona la sociedad, ellos se refieren a los derechos, ventajas, y protecciones disfrutadas por algunos en desmedro, y más allá, de los derechos, ventajas y protecciones disponibles para otros. En este contexto, los privilegios no son el producto de la fortuna, de la suerte, o de la casualidad, sino que son el producto de ventajas estructurales. Uno automáticamente recibe privilegio al ser un miembro de un grupo dominante (por ejemplo, hombres, Blancos, heterosexuales, personas sin discapacidad, cristianos, de clase alta). Debido a que los grupos dominantes ocupan las posiciones de poder, sus miembros reciben ventajas sociales e institucionales.
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Fuente: Sensoy, Ozlem, and Robin DiAngelo. Is Everyone Really Equal?: An Introduction to Key Concepts in Social Justice Education, first edition. Teacher’s College Press: New York, 2012, pp. 58–59.
Los privilegios son socialmente construidos para beneficiar a miembros del grupo dominante. Además, las estructuras de privilegio no son sólo artefactos de un pasado racista, sexista, o clasista; los privilegios son una dinámica continua que sigue reproduciéndose, negociándose, y promulgándose.
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Fuente: McIntosh, Peggy. “White privilege and male privilege: A personal account of coming to see correspondences through work in women’s studies.” Working Paper 189. Center for Research on Women, Wellesley College, 1988.
He llegado a ver el privilegio blanco como un paquete invisible de ventajas inmerecidas, con las que puedo contar para sacar beneficios todos los días, pero sobre el cual ‘debía’ permanecer inconsciente. El privilegio blanco es como una mochila invisible y sin peso, que contiene provisiones, garantías, herramientas, mapas, guías, libros con códigos, pasaportes, visas, ropa, brújula, vestimentas de emergencia, y cheques en blanco. Ya que he tenido problemas enfrentando el privilegio blanco, y describiendo sus resultados en mi vida, veo paralelos aquí con la reticencia de los hombres de reconocer su privilegio masculino. Sólo en contadas ocasiones un hombre irá más allá de reconocer que las mujeres son desaventajadas a reconocer que los hombres tienen ventajas inmerecidas, o que el privilegio inmerecido no ha sido bueno para el desarrollo de los hombres como seres humanos, o para el desarrollo de la sociedad, o que los sistemas de privilegio quizá pueden ser cuestionados y modificados.
- Yo podría, si quisiera, planear estar en la compañía de personas de mi raza la mayoría del tiempo. 2. Puedo evitar pasar mi tiempo con gente que fui entrenada a no confiar, y que han aprendido a no confiar en gente de mi tipo o en mí. 3. Si necesitara mudarme, puedo estar bastante segura de rentar o comprar una vivienda en un área que puedo pagar y donde querría vivir. 4. Puedo estar razonablemente segura de que mis vecinos en aquella área serán neutrales o agradables conmigo. 5. Puedo ir a comprar sola la mayoría del tiempo, bastante segura de que detectives de la tienda no me seguirán ni acosarán. 6. Puedo prender el televisor o abrir la primera página del periódico y ver gente de mi raza amplia y positivamente representada. 7. Cuando me hablan sobre nuestra herencia nacional o sobre la “civilización”, se me muestra que gente de mi color de piel lo hicieron lo que es hoy. 8. Puedo estar segura de que a mis hijos se les darán materiales curriculares que atestiguan la existencia de su raza. 9. Si quisiera, puedo estar bastante segura de encontrar alguien que publique este escrito sobre privilegio blanco. 10. Puedo estar bastante segura de que mi voz se escuche en un grupo donde soy la única representante de mi raza. 11. Puedo ser casual para escuchar (o no) la voz de otra mujer en un grupo donde ella es la única representante de su raza. 12. Puedo ir a una librería y estar segura de encontrar escritos que representan a mi raza, a un supermercado y encontrar las comidas esenciales que se relacionan con mis tradiciones culturales, a una peluquería y encontrar a alguien que pueda lidiar con mi cabello. 13. Ya sea si uso cheques, tarjetas de crédito, o efectivo, puedo contar con que mi color de piel no empeorará la percepción de que soy confiable financieramente. 14. Podría planear para que nuestros hijos pequeños estén protegidos la mayoría del tiempo de gente que podría no gustar de ellos. 15. No tuve que educar a nuestros hijos a estar atentos al racismo sistémico para su propia protección física diaria. 16. Puedo estar bastante segura de que los empleados y profesores de mis hijos los tolerarán si es que ellos siguen las normas de sus trabajos y escuelas; mi preocupación principal sobre ellos no concierne las actitudes de otros hacia su raza. 17. Puedo hablar con la boca llena y no tener a gente asociando esto a mi color de piel. 18. Puedo decir malas palabras, o vestirme con ropa usada, o no responder cartas, sin que la gente atribuya estas elecciones a una mala moral, la pobreza, o el analfabetismo de mi raza. 19. Puedo hablar en público a un grupo poderoso de hombres sin poner mi raza en juicio. 20. Puedo hacerlo bien en una situación desafiante sin que me digan que soy un aporte a mi raza. 21. Nunca se me pide hablar por toda la gente de mi grupo racial. 22. Puedo permanecer ajena al lenguaje y las costumbres de personas de color que son la mayoría del mundo, sin recibir ningún castigo en mi cultura por esta inconsciencia. 23. Puedo criticar a nuestro gobierno y hablar de cuánto temo sus políticas y comportamiento, sin ser vista como un outsider cultural. 24. Puedo estar razonablemente segura de que, si pido hablar con “la persona a cargo”, hablaré con una persona de mi raza. 25. Si un policía de tránsito me detiene, o si el Servicio de Impuestos Internos hace una auditoría de mi devolución de impuestos, puedo estar segura de que no me han seleccionado debido a mi raza. 26. Puedo fácilmente comprar posters, postales, libros para fotografías, tarjetas de saludo, muñecas, juguetes, y revistas para niños que muestran gente de mi raza. 27. Puedo volver a casa después de reuniones de organizaciones a las que pertenezco con una noción de ser parte del grupo, en vez de estar aislada, ser la minoría, no ser escuchada, mantenida a distancia, o temida. 28. Puedo estar bastante segura de que un argumento con un colega de otra raza tendrá más probabilidades de poner en peligro sus chances de avanzar que las mías. 29. Puedo estar bastante segura de que, si peleo por el ascenso de una persona de otra raza, o de un programa centrado en la raza, no es probable que esto me cueste mucho en mi situación actual, aún si mis colegas no están de acuerdo conmigo. 30. Si declaro que existe un asunto racial, o no existe uno, mi raza me dará más credibilidad a mí para cualquier posición que tome, con respecto a una persona de color. 31. Puedo elegir ignorar avances en escritos de minorías y en programas de activistas de minorías, o denigrarlos, o aprender de ellos, pero, en cualquier caso, puedo encontrar maneras de estar más o menos protegida de consecuencias negativas después de cualquiera de esas decisiones. 32. Mi cultura me da poco que temer si es que ignoro las perspectivas y poderes de la gente de otras razas. 33. Nadie me recuerda intensamente que mi estado, modales, u olor de cuerpo serán tomados como un reflejo de mi raza. 34. Puedo preocuparme del racismo sin ser vista como egoísta. 35. Puedo aceptar un trabajo con un empleador que discrimina positivamente, sin tener a mis compañeros de trabajo sospechando que lo obtuve debido a mi raza. 36. Si mi día, semana, o año no va bien, no necesito preguntarme si cada episodio negativo tiene matices raciales. 37. Puedo estar bastante segura de que encontraré gente dispuesta a hablar y darme consejos sobre mis siguientes pasos profesionales. 38. Puedo pensar sobre muchas opciones, sociales, políticas, imaginativas, o profesionales, sin preguntar si una persona de mi raza sería aceptada o permitida de hacer lo que yo quiero hacer. 39. Puedo llegar tarde a una reunión sin que la demora sea vista como un reflejo de mi raza. 40. Puedo elegir alojamiento público sin temer que la gente de mi raza no podrá entrar o será tratada mal en los lugares que elegí. 41. Puedo estar segura de que, si necesito ayuda médica o legal, mi raza no jugará en mi contra. 42. Puedo organizar mis actividades para que nunca tenga que experimentar sentimientos de rechazo debido a mi raza. 43. Si tengo poca credibilidad como líder, puedo estar segura de que mi raza no es el problema. 44. Puedo encontrar fácilmente cursos académicos e instituciones que dan atención sólo a gente de mi raza. 45. Puedo esperar lenguaje figurado e imaginería a través de todas las artes que certifiquen las experiencias de mi raza. 46. Puedo elegir vendajes o cubre imperfecciones en color “piel” y que éstos sean más o menos cercanos al color de mi piel.
A través de mi trabajo en Estudios de la Mujer (la disciplina de Women’s Studies), me he encontrado con muy pocos hombres que estén realmente consternados sobre las ventajas masculinas inmerecidas y sistémicas, o con esta dominación conferida. Así, una pregunta para mí y otros como yo es si seremos como ellos, o si nos vamos a consternar, incluso a enfurecer, sobre la ventaja racial inmerecida y la dominación conferida, y si es así, qué haremos para disminuirlos. En cualquier caso, necesitamos trabajar más identificando cómo afectan nuestra vida diaria. Necesitamos escritos más sensatos de gente sobre estos temas tabú. Necesitamos un mejor entendimiento de las formas mediante las cuales el “privilegio” blanco daña a la gente blanca, ya que esa no es la misma forma en la que daña a los victimizados. Mentes blancas sesgadas son una parte inseparable de la fotografía, aunque no quiero confundir los tipos de daños hechos a quienes sostienen estas ventajas especiales con aquellos que sufren el déficit. Muchos, quizás la mayoría, de nuestros estudiantes blancos en los Estados Unidos piensan que el racismo no los afecta porque ellos no son personas de color; ellos no ven la “blancura” como una identidad racial. Muchos hombres, de la misma manera, piensan que los Estudios de la Mujer no son relevantes en sus propias existencias porque no son mujeres; ellos no se ven a sí mismos como teniendo identidades relacionadas al género: Insistir en los “efectos” universales de los sistemas de “privilegio”, entonces, se convierte en una de nuestras tareas principales, y ser más explícitos sobre los efectos particulares en contextos particulares es otra tarea. Los hombres necesitan unirse a nosotros en este trabajo.
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Fecha de revisión: 3/31/20