Uso en la Teoría de la Justicia Social
Fuente: Culler, Jonathan. On Deconstruction. Cornell University Press. Kindle Edition.
De la manera más simple, la deconstrucción es un modo de análisis filosófico y literario derivado del trabajo del filósofo Jacques Derrida, el cual interroga categorías o conceptos filosóficos básicos.
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Fuente: Culler, Jonathan. On Deconstruction. Cornell University Press. Kindle Edition.
La deconstrucción aparece en la filosofía como una lectura de textos filosóficos en contra de la corriente de la tradición filosófica, disputando sus oposiciones binarias jerárquicas (significado/forma, alma/cuerpo, dentro/fuera, discurso/escrito, y así) mediante la exploración de cómo ya están deconstruidas – mostradas como construcciones – por los textos que las afirman o dependen de ellas.
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Fuente: Culler, Jonathan. On Deconstruction. Cornell University Press. Kindle Edition.
Los escritos de Derrida fueron en un momento los referentes principales del término deconstrucción, pero la deconstrucción, que ya estaba involucrada con la filosofía, el psicoanálisis, y los estudios literarios en 1982, se convirtió en un paradigma intelectual extraordinariamente poderoso, cuya exfoliación en varios campos de las humanidades y las ciencias sociales marcaron la vida intelectual de los 1980s y 1990s. El término deconstrucción ha servido entonces para designar un rango de iniciativas teóricas radicales en disciplinas como leyes, arquitectura, teología, feminismo, estudios sobre gays y lesbianas, ética y teoría política, además de filosofía, psicoanálisis, y estudios literarios y culturales. Aunque diversos, estas iniciativas comparten un desmantelamiento crítico de las oposiciones conceptuales que anteriormente habían sido consideradas como fundamentales por las disciplinas.
Comentario de Nuevos Discursos
Deconstrucción, en su forma más pura, era una práctica de lectura que tiene como objetivo desarmar las oposiciones binarias mediante las cuales entendemos el mundo, – verdad y ficción, ciencia y arte, masculino y femenino – ser radicalmente escéptico de las categorías en principio, y dudar que las palabras podrían alguna vez referirse de manera directa acerca de las cosas o verbalizar un significado estable. La deconstrucción confiaba en las suposiciones del estructuralismo, que postula que las culturas son dependientes de estructuras de significado mantenidas en gran parte a través del lenguaje y, de forma menos eficaz, a través del simbolismo; y del constructivismo social, que afirma que las sociedades construyen la realidad con la forma en que la entienden y hablan sobre ella (ver, también, posestructuralismo). Practicar la deconstrucción es seleccionar estas categorías y palabras, e intentar mostrarlas como inherentemente defectuosas, problemáticas, o absurdas.
La fase altamente deconstructiva del posmodernismo asociada más de cerca con Jacques Derrida (quien es más famoso por la aproximación deconstructiva) pasó cerca del fin de los 80s. Sin embargo, sus prácticas de encontrar fallas y aplicar un escepticismo radical a las categorías, significados estables, y verdad objetiva, así como su compromiso con el constructivismo social continuaron hacia varias formas de estudios culturales. Esto lo podemos ver de manera más clara en la Teoría queer y en el feminismo interseccional, donde las categorías estables de sexo masculino y femenino son consideradas como opresivas (ver, además, violencia de categorización) y donde los roles de género, así como las relaciones interraciales se asumen todas como construidas por grupos dominantes en la sociedad para así oprimir a grupos marginalizados. Por lo tanto, cuando a uno se le exige desmantelar su “blancura” o masculinidad y evitar lenguaje heteronormativo o cisnormativo, lo que vemos es un intento de continuar la deconstrucción de categorías y el desmantelamiento de los discursos opresivos.
Esto se decanta de la visión constructivista social, o más precisamente, de la visión posestructuralista, que toma prestado bastante del pensamiento Derrideano (ver, también, falogocentrismo), que ve a la realidad (o, por lo menos, a la realidad social) y a sus injusticias como el resultado de las dinámicas de poder que están escondidas en los discursos – o las maneras de hablar sobre las cosas. El estructuralismo más o menos sostiene que uno debe entender la estructura de los sistemas dentro de la sociedad para entender dichos sistemas, y el posestructuralismo tiende a tomar la visión de que los elementos de esas estructuras son arbitrarios de muchas maneras, y que por lo tanto pueden ser “deconstruidos” y modificados. La Teoría sugeriría que mediante la alteración de los discursos (a través de su deconstrucción y de las dinámicas de poder que llevan consigo – ver, también, estructuralismo), uno puede alterar la realidad (social), superar la opresión, y alcanzar la justicia.
En la práctica, la deconstrucción es un método mediante el cual el significado es desarmado o problematizado, específicamente para el propósito de mostrar que los significados son arbitrarios (como una suerte de juego posmoderno – ver, también, juego del lenguaje), o para exponer y reordenar las dinámicas de poder que se cree que son soportadas por las distintas maneras en que las palabras se relacionan entre sí (ver, también, ausencia y différance).
Términos relacionados
Ausencia; Binario; Cisnormatividad; Construcción social; Constructivismo social; Derrideano; Desmantelar; Différance; Discursos; Dominación; Estructuralismo; Estudios culturales; Falogocentrismo; Feminismo; Heteronormatividad; Interseccionalidad; Juego del lenguaje; Justicia; Marginalización; Masculinidad; Opresión; Poder sistémico; Posestructuralismo; Posmoderno; Problemático; Problematizar; Racismo (sistémico); Raza; Sexo; Teoría; Teoría queer; Verdad; Violencia de categorización; Whiteness (entendida como “blancura”)
Idiomas
Fecha de revisión: 8/12/20